miércoles, 29 de abril de 2015

Recreando la Caída...

Yaiza ya tenía ganas de salir y probar su rodilla, así que aprovechamos la tarde del miércoles para dar una vuelta con la bici, y al más puro estilo masoquista hicimos la ruta que no pudimos completar cuando se callo y tuvimos que regresar por la M-601 directos a casa.

Iniciamos la primera parte de la ruta sin prácticamente paradas. Entre los dos fuimos recordando cada uno de los desvíos y fueron pocas las veces que tuvimos que sacar el teléfono para comprobar si estábamos en track. 

Abrevadero con Bichillo al final
Con un tiempo espectacular, y una temperatura muy agradable para ciclar cruzamos Alpedrete, Collado Mediano y bordeamos Becerril de la Sierra, alcanzando el puente de la presa de Navacerrada, donde hicimos una reproducción de lo acontecido días antes.

Yo iba circulando delante y Yaiza detrás en la calzada pegada junto al bordillo, oyó venir un coche y le quiso dejar más espacio tratando de subir el bordillo prácticamente en paralelo, y... lo normal que pasa en estos casos, la rueda de delante puede que suba pero... la de detrás suele derrapar, así que tras oír un golpe me imagino lo sucedido: paro, me doy la vuelta y confirmo mis sospechas. Allí esta Yaiza en el suelo.



Las sonrisas que aquí veis forman parte de la reproducción pero no de la realidad

Esta vez pasamos sin incidentes y tomamos al final del puente la parte del camino que vimos interrumpida la vez anterior, bordeando el embalse para salir por el Río de Navacerrada en busca del pequeño embalse de Maliciosa.

Fuente en la subida al Embalse de la Maliciosa
Ambos subimos mucho mejor que la última vez que estuvimos en esta cuesta, claro esta que en esta ocasión no teníamos el mismo viento en contra, y una vez en el Collado de Majaespino abordamos la bajada sin llegarnos hasta el mismo embalse, ya que nos queda poco tiempo de luz y tememos llegar de noche.

Yaiza al final de la curva de descenso del Embalse de la Maliciosa
En un rápido descenso por la M-607 llegamos hasta el Polígono de Moralzarzal, punto en el que nos desviamos para tomar el camino que lleva hasta el campo de tiro que esta al otro lado de la M-608.

Poca luz nos queda ya en Dominio de Fontenebro
Al final, y fuera de toda expectativa, llegamos con algún resto de luz natural al punto de inicio de la ruta. Objetivo cumplido.


Hasta la próxima en la que saquemos nuestras ruedas a paseo.

lunes, 27 de abril de 2015

Esta cuesta me supera

El Sur para los que vivimos en la Sierra como que tiene un punto de lejanía extra, pero por otro lado quería conocer desde hace tiempo la zona de Aranjuez, y claro, la ecuación queda cuadrada si además nos vamos a encontrar con amigos y conocer gente nueva.

Alfonso, Ana, Carla, David, Nuria, Oscar, Paloma y un servidor formábamos el pelotón del día. Habíamos quedado en el Palacio de Aranjuez y allí llegamos todos más o menos puntuales. Tras las presentaciones iniciales y algunos ajustes de frenos por parte del presi y con el control de calidad de Davinchi iniciamos la marcha.

A las puertas del Palacio 
Salimos de Aranjuez buscando la Vereda de Ontígola, con pronunciadas cuestas ya antes de abandonar la zona urbanizada y tras entrar en los caminos, no obstante se dejan subir ante la frescura de nuestras piernas ¡No se admiten comentarios sobre esta afirmación!

Aquí me pidió el presi que le pintara un casco, pero no tengo programa de edición ¡¡Sorry!!
Ahora tenemos un descanso de unos 5 km. por llanos, que junto con los anchos caminos por los que rodamos y la temperatura del día invitan a ir charlando plácidamente con unos y otros. Los paisajes son aquí muy distintos a los que nos tiene acostumbrados la Sierra, pero simplemente eso: diferentes. Tiene también su encanto.

Rodando por el Camino de Valdelascasas
Ahora llegamos al primer gran reto de la ruta: la Cuesta del Viso y se nota que las salidas me van curtiendo poco a poco, aún así tengo que parar a oxigenarme algo, pero arranco de nuevo y llego hasta arriba, allí esta Alfonso esperando, parece que la a subido del tirón, aunque... ¡Alfonso, como te dije no puedo afirmarlo por que la cuesta tenía peralte y te perdí de vista, por lo que no sé si te pararías o no a tomar un extra de aire!

Una vez arriba tenemos un rato para recuperarnos por lo que sería un camino más o menos llano y muy ancho.

Los caminos llanos tienen un estado formidable
Esta parte del camino la disfruto bastante, es tranquila y aprovecho para sacarle a Davinchi toda la información que puedo de mi destino para este verano... ¡David, casi parece que he estado allí, reconozco la mayoría de los sitios! Recuerda que tienes que decirme donde esta esa cueva con baño termal en el interior.

Ahora toca cambiar de escenarios y empezamos a recorrer algún que otro sendero estrecho y juguetón que nos pide negociar con las manetas de freno la velocidad acertada.

Además de los frenos hay que negociar también con la dirección.
Claro que, estando en una ruta circular, todo lo que se baja se sube, y ahora nos toca la Cuesta del Azúcar y, además de parar, empujo en su tramo final: Aquí si que vi al Presi llegar hasta arriba del tirón ¡A quitarse el sombrero toca!

Durante el resto del camino hasta el pueblo de Ontígola se va demandando ya la parada. Nos hemos ganado un avituallamiento en condiciones y entramos en el pueblo en busca del bar de turno donde parar.

Con el permiso correspondiente añadimos nuestras viandas a los bebercios servidos.
Después de unos caminos anchos entramos otra vez en territorio de las sendas, pasando por una zona de amplios toboganes muy divertida, donde la inercia de las bajadas te permiten remontar las cuestas sin esfuerzo.

Nuestro Presi en modo Rally 
De repente tras el pueblo abandonado de Oreja, llamado Aurelia en tiempos del imperio romano, nos encontramos con las ruinas de su castillo, ya en avanzado estado de deterioro. Los apuntes históricos de este castillo lo asocian inicialmente a los musulmanes y Alfonso VI lo recibe como parte de la dote de su esposa Zaida. 

Castillo de Oreja
Este castillo fue una amenaza constante para el reino de Toledo al controlar el vado y permitir su paso a expediciones que avanzaban por la orilla derecha hacia la ciudad, más tarde Mazdalí tomó el castillo y lo convirtió en un punto de ataque contra las tropas castellanas pero fue asediado durante seis meses por Alfonso VII hasta recuperarlo. Fue pasando de unas manos a otras hasta que perdió su utilidad belicosa.

Torre del Castillo
Tras la visita a las ruinas continuamos camino por pequeñas sendas al principio y luego por anchos caminos, pensando ya en la llegada y repletos de energía como podéis ver en la siguiente fotografía.

Creo que las sonrisas nos dificulta engañaros
Entramos en Aranjuez por el depósito del agua y buscamos la valla de los Jardines del Principe, para seguirlos en dirección al Palacio, y nos encontramos con otra pequeña sorpresa: "Una concentración de 600 expuestos en la calle".

Solo se ven unos pocos de todos los que eran
Terminamos el el punto de inicio de la ruta haciendo honor al tercer tiempo como se merece, con la caña de rigor, gracias David por ponernos al día ;)


Hasta la próxima donde saquemos nuestras ruedas a paseo.

domingo, 26 de abril de 2015

¿Por qué esta fuente no tiene agua?

Había que aprovechar la tarde del viernes, aun así me costo arrancar, pero a eso de las cuatro de la tarde estaba ya saliendo con un track bajado al teléfono el día anterior con prisas, algo corto para poderlo terminar rápido, que luego tocaba rehabilitación.

El comienzo transcurría por viejos caminos conocidos, bajando a la dehesa, pillando el camino que sale tras el hospital de Villalba, donde otra vez más fui incapaz de subir la zona trialera, pero creo que es una cuestión de aprenderse por donde trazarlo.

Una vez en Moralzarzal empiezan las primeras cuestas, más complicadas estas que las que posteriormente te llevan hasta la cima de Cabeza Mediana.

Cuesta de hormigón rallado junto a Moralzarzal 
En la ascensión se suceden unas fuentes tras otras, todas ellas expulsado agua a mansalva por sus caños y rebosando los pilones o pies de fuente, estaban preciosas, en mi bidón aún hay agua y solo me paro para fotografiarlas.

Hasta los mismos bordes.
Continuo la ascensión y pasadas unas cuantas fuentes diviso otra más: "Creo que voy a llenar el bidón en esta para no quedarme sin agua ¡Mierda!", ley de Murphy, justo esta última esta sin agua: "Habrá que condurar la que me queda".

Continuo la ascensión y llego al alto de Cabeza Mediana, donde se sitúa el telégrafo óptico que da también nombre al Cerro. Comentar que este topónimo lo conservan muchos cerros a lo largo de la geografía española, teniendo otro muy cerquita de aquí, situado en el puerto de Navacerrada, pero que aquel popularmente se le conoce más como el Alto del Telégrafo, mientras que este, de Collado Mediano, se le viene denominando el Cerro del Telégrafo.

Telégrafo óptico de Cabeza Mediana
Este telégrafo, que se termino de construir en 1841, correspondía con el quinto de la linea de Castilla, que permitía la comunicación entre la capital e Irún a través de 52 torres, dicha línea entro en funcionamiento en octubre de 1846, no obstante la casi simultanea instalación de telegrafía eléctrica hizo que el telégrafo óptico tuviera una vida muy corta, dejando de funcionar esta línea 9 años después.

El telégrafo óptico de Cabeza Mediana antes de la reconstrución, conocido como Torre de Monterredondo.
Ahora toca el descenso por una trialera que me lleva hacia Becerril de la Sierra, desde donde me dirijo al embalse de Navacerrada para bordearlo en sentido anti-horario.

Puente junto al embalse de Navaccerrada

Ya en la urbanización Reajo del Roble realizo la que será la última ascensión para ir por la ladera del Cerro del Castillo contemplando con una vista bastante aérea todo el valle.

Otra vez más por las trazadas de viejas rutas ya rodadas llego a casa a través de Collado Mediano y Alpedrete.

Track de la ruta

Hasta la próxima donde saquemos nuestras ruedas a paseo.

domingo, 12 de abril de 2015

Tres embalses desde Manzanares el Real

Otra vez más salimos desde Manzanares, en esta ocasión se nos unió a Yaiza y a mi José Pablo, hacía tiempo que no le veíamos y fue estupendo poder contar con él, además teníamos unos planes para el verano que había que ir perfilando.

Desde la Avenida de la Pedriza nos dejamos caer para cruzar la carretera y salir al encuentro de nuestro primer embalse, este lo teníamos fácil de alcanzar, lo cruzamos por el puente del río Samburiel y luego tocaba una pequeña subida por pista, en busca de un desvío que nos llevaría hacia un camino de la zona que aún no conocía.

Yaiza y José Pablo cruzando el embalse de Santillana
Este nuevo camino enfila en descenso y pegado a una valla hasta el mismo merendero que hay junto a la M-608, y de aquí el primer gran reto de la ruta, una cuesta pronunciada y mantenida que por momentos se pone peor, a este tipo de cuestas Yaiza las llama paredes, aquí cada uno a su ritmo, José Pablo es el único que llega arriba del tirón.

Final del primer reto
Ahora por viejos caminos ya conocidos pasamos la M-607 por debajo continuando hasta el campo de tiro, donde giramos a derecha para cruzar luego la M-608, este cruce es un poco peligroso, aunque hay visibilidad por ambos lados los coches vienen bastante deprisa.

Bordeamos diferentes urbanizaciones de Becerril de la Sierra hasta alcanzar un lateral de la pared de la presa de Navacerrada, recordando allí las fotos que corrieron por las redes sociales este invierno, mostrando las farolas de la pasarela llenas de hielo y unas olas que le hacían parecer al embalse un mar embravecido rompiendo contra el puerto.

Sorteando una rampa junto al embalse de Navacerrada
Había que recorrer la mayor parte del embalse por su orilla, pero en la parte inicial lo más cómodo hubiera sido hacer antes unos 600 m. por carretera tal y como figuraba en el track, pero nosotros nos metimos un poco antes y hubo trabajo extra, desmontando y montando dada la estrechez del camino, las piedras y rampas que nos encontramos.

El aspecto del resto de las orillas cambio radicalmente, todo muy despejado por un caminito muy marcado junto al mismo borde del agua.

Embalse de Navaccerrada (el segundo del día)
Aquí en un punto del camino había que llegar a una pasarela, de la que me separaba una zona con barro, y parecía que era muy poco, pero... ambas ruedas se hundieron al menos un palmo, pero por suerte no fue necesario echar el pie a tierra y puede alcanzar su extremo.

Dejamos ya el embalse de Navacerrada y bordeamos esta población, para ya en ascenso ir a buscar el tercero del día, el de la Maliciosa. La subida fue prolongada, pero comparada con lo que ya habíamos pasado la hacía parecer más suave, en cualquier caso se le sumo algo de viento de cara que exigía darlo todo, eso sí, sabiendo ya que sería una de las últimas subidas.

Embalse de la Maliciosa y tres bichos delante del objetivo
Ya habíamos completado lo difícil, ahora nos tocaba disfrutar de una bajada de vértigo, con cemento rallado en las curvas y una pendiente que obligaba a ir tocando los frenos continuamente.

Descenso por la pista desde el embalse de Maliciosa 
Ahora ya solo quedaba llegar por caminos tranquilos hasta el pueblo de Manzanares el Real, pasando junto al Castillo Viejo a la entrada de la localidad, este castillo conocido popularmente como Plaza de Armas pasa desapercibido a la gran mayoría, si bien se sabe que es anterior al Castillo de los Mendoza, no se conoce su fecha de fundación. Actualmente solo se conserva la base del alza de dos de sus muros y una de sus torres.

Restos de libre acceso del castillo Viejo de Manzanares el Real
Ahora ya en el pueblo y tras guardar nuestras monturas nos esperaban unas buenas cervezas y una comida para reponer las fuerzas.

Track de la ruta

Hasta la próxima donde saquemos nuestras ruedas a paseo.

sábado, 11 de abril de 2015

La Senda de los Mosquitos

En esta ocasión salíamos Yaiza y yo desde su casa y había planes para la tarde, así que íbamos a hacer una ruta sencilla alrededor del Embalse de Santillana. 

Este embalse data de 1907 y se alimenta principalmente de las aguas del río Manzanares. Joaquín de Arteaga y Echagüe (1870-1947), marqués de Santillana y duque del Infantado fue el impulsor de esta obra, y puso especial cuidado en que la presa no desentonase con el castillo que se alzaba a sus orillas, por ello contrato a Lampérez, el cual propuso una recreación en total armonía, y hoy se puede ver la parte superior de la torre, cuya base quedo anegada por el agua tras la ampliación a inicios de los 70, que consistió en una presa cinco metros más alta y permitió duplicar la capacidad de retención.

Restos de la antigua presa de Santillana. Foto de Fernando Manso.
Bajamos hasta la carretera que cruza el pueblo para iniciar la ruta circular en sentido horario, y tomamos la Cañada Real Segoviana tras la gasolinera, la cual discurre entre la M-608 y el embalse ¡Había nubes y nubes de mosquitos!¡Gigantescas! Fue bastante desagradable, sin gafas hubiera sido imposible avanzar y no exagero.

Por este camino nos toco sortear más de un charco y en alguna ocasión sin más remedio que vadearlos, la opción sencilla era pasarlos por el medio, ya que en los extremos es donde estaba el barro y se hacía más difícil.

Yaiza en pleno vadeo.
A unos metros de la glorieta del camping sale una vieja carretera a la derecha por la que iba nuestro track, la cual tiene una puerta que franqueamos aunque ya nos imaginábamos que tendríamos que cruzar de nuevo tras darnos la vuelta, se veía que la carretera estaba cubierta por el agua, pero aún así llegamos hasta su extremo. Había una bandada de garzas que levantaron el vuelo y de vez en cuando se oía a los peces saltar sobre la superficie, peces gigantes ¿Estarían comiendo mosquitos?

Volveremos otra vez con menos agua para poder cruzar por aquí
Aunque el camino estuviese cubierto por el agua teníamos la alternativa de la carretera, para poder enlazar más adelante con el track en el carril bici, que tras tres kilómetros dejaríamos para tomar la pista de las Jarillas en busca del curso natural del río Manzanares, el cual seguiríamos en descenso hasta el puente del Batán, este fue construido en la Edad Media, aunque popularmente se le atribuye un origen Romano.

Parte del camino coincide con el Camino de Santiago desde Madrid
De aquí tomamos un camino que en continuo ascenso nos lleva hasta la Fuente de las Liebre, punto donde giramos a la derecha y comenzamos en descenso hasta Manzanares el Real, en esta ocasión evitando la trialera y usando la pista forestal para ponernos sobre el puente que cruza el embalse junto al pueblo.

Fuente de las Liebres
Una vez abajo directos para casa, comer y a los compromisos que teníamos para la tarde, y claro esta, ya pensando en el día siguiente, donde de nuevo sacaríamos las ruedas a paseo.


Hasta la próxima

viernes, 10 de abril de 2015

Y se hizo la noche

Después de una semana dura de trabajo me apetecía aprovechar el viernes, así que tras terminar tarde de trabajar, me preparé para salir, y elegí una ruta con la que andaría justo de tiempo, consciente de ello, equipe la bici con la luz y teniendo en cuenta la altura, me enfunde el culote de invierno.

Cargue la bici en el coche y partí para Cercedilla ¡O No! A diez minutos de llegar ¡Mierda, me deje las zapatillas con calas en casa! Media vuelta, pillar el calzado y otra vez para arriba, así que si inicialmente ya iba justo ahora la noche me pillaría antes de lo calculado, y si, tenía la opción de darme la vuelta a medio camino o elegir otra ruta, pero... vamos, que quería rodar y un poco de aventura no esta de más.

Llegué al punto de partida, con quince grados, mucho calor para la equipación. Desde el aparcamiento de la Renfe buscamos la dirección de inicio y cogemos carretera abajo y antes del túnel el camino de ascensión, que nos lleva hasta el mismo hospital de la Fuenfría.

Fotos de ayer y hoy (Entrada del hospital de la Fuendría)
Este hospital fue inaugurado en 1921 y llego a estar hasta 12 años sin actividad hasta que se convirtió en el hospital de referencia para el tratamiento de enfermedades pulmonares, más tarde en 1985 pasa a manos del INSALUD.

Tras bordearle continuamos por una senda paralela a la carretera hasta que desemboca en ella y nos lleva pocos metros más arriba a un camino que discurre junto a la calzada romana y sube hasta cruzarla en la Pradera de los Corralitos, punto donde coinciden cuatro caminos históricos: Carretera de la República, Calzada Borbónica, Camino Schmid y Calzada Romana.

Calzada Romana
Ahora, por la carretera de la República continuamos ascendiendo de modo tendido pasando por el mirador de los poetas, punto obligado de parada para disfrutar de las vistas. Seguimos camino y a poca distancia dejamos a la izquierda el Reloj de Camilo José Cela, el cual se erigió en homenaje a los primeros senderistas que contribuyeron a difundir las virtudes de la Sierra del Guadarrama y que hoy en día sigue marcando perfectamente la hora, claro esta, los días de sol.

Entrada al mirador de Luis Rosales
Por pista forestal amplia y cómoda según ascendemos se abren unos claros tras otros que nos permiten contemplar todo el valle, uno de los puntos destacados es el mirador de la Reina.

Mirrador de la Reina
Ya en el Puerto de la Fuenfría tenemos que cruzar al otro lado y buscar a su derecha el sendero de los Cospes, poniendo toda la atención para no continuar con el el GR-10.1 ¡Lo pase genial! Hacia tiempo que no pillaba un camino técnico que no fuera de bajada, la verdad que con algo de técnica resulta un camino juguetón, enlazando en el mismo estilo con el camino Schmid, eso sí, encontré bastante nieve y me toco echar pie a tierra más de una vez, porque la tracción era nula, pero a cambio y debido a la hora no me encontré absolutamente con nadie ¡Todo para mi!

Nieve del camino Schmid
Ahora ya tocaban las bajadas y me las prometía felices, aún quedaba luz y los primeros metros del camino Whistler no parecían muy complicados, jeje, solo los primero metros, todo se iba complicando por momentos, más desnivel, más piedras, muchos surcos y siempre sobre un camino estrecho. Al poco rato ya se hizo de noche, y encima me toco más de una vez pasar de un lado a otro del arroyo, ni que decir que metí el pie en el agua más de una vez, y todo esto con una luz escasa y cinco grados de temparatura.

Cercedilla desde el embalse de Navaelmedio
Luego camino del Calvario, y entrada a Cercedilla para llegar al coche, cambiarme: ¡Gloria bendita ponerse algo seco! y para casa a cenar y dormir, que al día siguiente hay que sacar otra vez las ruedas a paseo.


Hasta la próxima.

viernes, 3 de abril de 2015

Via Verde del Serpis

La compañía Alcoy and Gandia Railway and Harbour Company Limited unió durante los años 1889 y 1891 las localidades de Alcoy y Gandía por tren, a pesar de la gran importancia que tubo en su momento este trayecto, con el paso del tiempo y el avance de las comunicaciones por carretera, la empresa tubo que vender el trazado a F.E.V.E. y poco después, en 1970 terminaron de desmantelar y retirar las vías.

Fotografía extraída del blog El Socarraet
Hoy en día parte de este trayecto ha sido recuperado como vía verde en multitud de puntos de la comarca, no obstante es aquí, junto al río Serpis, donde podemos disfrutar de uno de los enclaves más bellos.

Había quedado con Eugenio y Millet en realizar una ruta por la zona, ya que íbamos a coincidir en Semana Santa, y les deje que propusieran ¡Todo un acierto! Ellos ya conocían la ruta, incluidas sus fuertes pendientes, pero no les importo repetir, y no me extraña, el lugar es precioso.

Quedamos en una glorieta de Villalonga (Valencia) y desde ahí hasta el punto donde teníamos que dejar los coches, pasada la fuente de la Reprimala, junto a unas canteras donde coincidían el punto de retorno de la vía verde y la carretera por la que íbamos a iniciar la ruta para hacerla circular.

Panorámica de la zona
Subimos por la carretera hacia el Tossal de Tarsan, las pendientes son fuertes, y para colmo al final se endurecen, no obstante es lo que tiene ir saliendo, que poco a poco parece que uno se va haciendo, hoy me encontré mucho mejor que en la salida anterior, incluso lo gracioso, fue que después de los tramos con más inclinación, la carretera aun en ascenso iba reduciendo su pendiente, hasta el punto de pedirme mi ritmo el cambio de desarrollo, y lo que pensé fue: "pero si esto continua en cuesta arriba", pero hoy había fuerzas.

Luego durante dos kilómetros unas pequeñas bajadas y otras subidas hasta depositarnos en el punto más alto de la ruta, 585 m. sobre el nivel del mar, después todo ya cuesta abajo en dirección al pueblo de Lorcha, no sin parar antes en un mirador con vistas a la vía verde desde donde hacemos alguna foto.

Ya en Lorcha aprovechamos para tomar algo, y claro, yendo con integrantes de Biciglotones, pues nos pedimos unos bocatas para acompañar los bebercios.

Dando cuenta de las viandas
Continuamos con el camino, encontrándonos en primer lugar con una fabrica abandonada que llama la atención, aquí y para salir de dudas, salgo del camino para dirigirme a un cartel donde aparece el punto donde estamos: Antigua Fábrica de Papel de Seda, esta fue la principal empresa que dio trabajo a gran parte de la población de Lorcha, con cerca de 200 trabajadores hacían el "papel de manila", con el que se enrollaban las naranjas que se dedicaban a la exportación, hasta que tubo que cerrar en el año 2001 tras varias generaciones.

Fábrica de Papel de Seda
Unos metros más adelante llegamos a lo que fue la casa de la estación de la vía verde, desde este punto iniciamos nuestro regreso por la misma, ya dentro del cañón por el que transcurre el río Serpis, en adelante es avanzar por un camino con las piedras que indican que es un vestigio del trazado ferroviario. 

Trazado de la vía verde
Como no podía ser de otro modo y dada la orografía y la necesidad de poca inclinación para los trenes que circularon por aquí, van apareciendo los primeros túneles, y en el último de ellos es necesario hasta encender la luz para poder pasarlo, ya que se sumerge en la total oscuridad dado su tamaño.

Salida de uno de los túneles cortos
Llega un momento donde el camino que recorre la mayoría de la gente gira a la derecha, nosotros continuamos de frente hasta que la falta de uno de los puentes que en antaño cruzaba el río, nos obliga a hacer los mismo, girar y subir ya en busca de la carretera donde tenemos los coches.

Último trazado de la vía en este punto
Pero antes de abandonar el camino podemos disfrutar de un salto de agua que intuyo pronto dejara de verse.

Salto de agua al final del camino

Ahora toca descanso, y pronto a sacar nuestras ruedas a paseo.


Hasta la próxima.